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Las reformas integrales en la construcción son un tipo de reforma en la que se renueva completamente una vivienda, local comercial o edificio, con el objetivo de mejorar su funcionalidad, estética y eficiencia energética. En otras palabras, se trata de una renovación completa que implica cambios en la distribución de espacios, instalaciones, acabados, etc.

Este tipo de reformas suelen ser más complejas que las reformas parciales, ya que implican una planificación detallada y un mayor número de trabajos a realizar. Entre las tareas que se llevan a cabo en una reforma integral, se pueden incluir la demolición de tabiques, la redistribución de espacios, la renovación de instalaciones eléctricas y de fontanería, la instalación de nuevas ventanas y puertas, la renovación de los acabados (pintura, suelos, azulejos, etc.), y la mejora de la eficiencia energética.

La principal ventaja de una reforma integral es que permite renovar por completo una vivienda, local comercial o edificio, adaptándolo a las necesidades y preferencias del propietario. Además, también puede suponer una mejora en la eficiencia energética del inmueble, lo que se traduce en un ahorro en la factura de la luz y en una mayor comodidad en el hogar.

Por otro lado, es importante tener en cuenta que este tipo de reformas suelen requerir una mayor inversión económica y un mayor plazo de ejecución que las reformas parciales, por lo que es importante contar con un equipo de profesionales cualificados y experimentados en la materia para llevar a cabo la obra de manera eficiente y con garantías.